jueves, abril 06, 2006

me senté y lloré....

A orillas del río Piedra me senté y lloré. Cuenta una leyenda que todo lo que cae en las aguas de este río – hojas, los insectos, las plumas de las aves- se transforma en las piedras de su lecho. Ah, si pudiera arrancarme el corazón del pecho y tirarlo a la corriente; así no habría más dolor, ni nostalgia, ni recuerdos.

A orillas el río Piedra me senté y lloré. El frío del invierno me hacía sentir las lágrimas en el rostro, que se mezclaban con las aguas heladas que pasaban por delante de mí. En algún lugar ese río se junta con otro, después con otro, hasta que – lejos de mis ojos y de mi corazón- todas esas aguas se confunden con el mar.
Que mis lágrimas corran así bien lejos, para que mi amor nunca
sepa que un día lloré por él. Que mis lágrimas corran bien lejos, así olvidaré el río Piedra, el monasterio, ala iglesia en los Pirineos, la bruma, los caminos que recorrimos juntos.
Olvidaré los caminos, las montañas y los campos de mis sueños, sueños que eran míos y que yo no conocía."
…Por eso escribía, para transformar la tristeza en nostalgia, la soledad en recuerdos.
Para que, cuando acabara de contarme a mí misma esta historia, pudiese jugar en el Piedra; eso me había hecho la mujer que me acogió. Así –recordando las palabras de una santa- las aguas apagarían lo que el fuego escribió.
Todas las historias de amor son iguales."

Es necesario correr riesgos. Sólo entendemos del todo el milagro de la vida cuando dejamos que suceda lo inesperado.
Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en que el posible cambiar todo lo que nos hace infelices….. quien presta atención a su día, descubre el instante mágico. Ese momento existe: un momento en el que toda la fuerza de las estrellas para a través de nosotros y nos permite hacer milagros…
Pobre del que tiene miedo de correr riesgos… porque ése quizá no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, ni sufra como los que persiguen un sueño. Peor al mirar hacia atrás –porque siempre miramos hacia atrás- oirá que el corazón le dice: << ¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días? ¿Qué hiciste con los talentos que tu Maestro te confió? Los enterraste en el fondo de una cueva, porque tenías miedo de perderlos. Entonces. Ésta es tu herencia: la certeza de que has desperdiciado tu vida.>>
Pobre de quien escucha estas palabras. Porque entonces creerá en milagros, pero los instantes mágicos de su vida ya habrán pasado.

Sé que el amor es como las presas: si se deja una brecha por donde pueda meterse un hilo de agua, en seguida empieza a destruir las paredes. Llega en momento en que ya nadie puede controlar la fuerza de la corriente.
Siento que me domina y me gobierna con su dulzura.
La perseverancia es favorable
Los sueños dan trabajo


me quedé sin inspriración, sólo me queda recordar..y reescribir letras que me hacen volver a sentir quizá volver a sentarme y llorar... ya me levantaré.... MGRI

PD: gracias a la personita que me hizo leer de nuevo quizá un poco de esperanza, en busca de momentos mágicos... sin sueños rotos.. se necesitan dos.. sigo siendo una! loveu my friend